lunes, 1 de septiembre de 2025

El Dolor de una Madre que Reclama Justicia por la Muerte de su Hija en Brasil

La madrugada del 8 de junio de 2025 marcó para siempre a la familia de Viviana Villalba, una joven de 22 años oriunda de Dos de Mayo, Misiones, quien falleció en circunstancias confusas en el estado de Rio Grande do Sul, Brasil. El caso, inicialmente caratulado como un accidente de tránsito, despertó dudas y sospechas que su madre, Alicia Isabel Arévalos (42), sostiene con firmeza: “Mi hija no murió por un accidente, a mí me la mataron”, expresó en diálogo con San Vicente Informa.

Viviana Villalba (22)

La versión oficial

Según el parte de la Policía Civil de Rio Grande do Sul, el hecho ocurrió sobre la ruta ERS-344, entre Giruá y Santo Ângelo, a la altura del kilómetro 65. El conductor de un Volkswagen Fox declaró que, debido a la intensa niebla, creyó haber atropellado un animal y continuó su marcha hasta llegar a su casa. Allí, horrorizado, descubrió que sobre el vehículo permanecía el cuerpo de una persona.

El hombre, que viajaba acompañado por una mujer, se presentó horas más tarde ante la Brigada Militar. Se negó a realizar el test de alcoholemia. El cuerpo de Viviana fue trasladado al Instituto Médico Legal de São Luiz Gonzaga para la autopsia.

Al momento de ser hallada, la joven vestía un buzo negro pero estaba sin pantalones, sin calzado, sin una media y sin ropa interior, detalle que aumentó las incógnitas en torno al hecho.

Las dudas de la familia

La madre de Viviana asegura que el atropellamiento fue “una pantalla” para encubrir un crimen mayor. “Mi hija tenía un disparo en la pierna, marcas en las manos y heridas en la cabeza que no se corresponden con un accidente. Hay testigos que escucharon gritos esa noche”, denunció Arévalos.

Además, relató que nunca le permitieron reconocer el cuerpo en Brasil y que solo pudo ver fotografías: “Me hicieron firmar papeles sin mostrarme a mi hija. A mí me la entregaron en un cajón cerrado”.

*Presunto impacto de bala

El misterio del celular

Otro dato inquietante es el teléfono de la joven. Según contó su madre, días después de la muerte envió mensajes al número de su hija y recibió como respuesta la palabra “muerta”. Para ella, eso prueba que alguien retuvo el aparato y que podría contener información clave: “Ese celular nunca apareció. Mi hija había mandado audios pidiendo ayuda porque quería dejar el lugar donde trabajaba”.

*Mensaje que recibió del teléfono de su hija 5 días después de su muerte

Un entorno de explotación

Alicia sostiene que Viviana fue captada para trabajar en un local nocturno, pese a que inicialmente se desempeñaba en una granja. “Esa mujer que la llevó a ese lugar le mandaba mensajes insistentemente para que fuera. Mi hija quería volver, decía que estaba cansada, que quería regresar con su nena de cuatro años”, explicó entre lágrimas.

La última vez que vio a su hija fue en mayo, pocas semanas antes del hecho. “Ella me dijo: ‘Mami, esta vez voy a enfrentar a la mujer y le voy a decir que no quiero seguir más ahí. Quiero volver a casa con mi hija’. Eso fue lo último que hablamos”.

Una causa estancada

Arévalos asegura que en Brasil la investigación no avanzó y que el conductor del vehículo continúa en libertad. “No hay justicia, nadie me informa nada. Todo está tapado porque había dinero de por medio”, afirmó.

El pedido de justicia

En su casa en una zona rural de Dos de Mayo, donde vive con otras hijas menores y su nieta de cuatro años, Alicia atraviesa un duelo marcado por la impotencia:

“Yo no quiero que otra madre pase lo que estoy pasando. No voy a parar hasta que se sepa la verdad y los culpables paguen. A mi hija no me la van a devolver, pero quiero justicia para que no sigan destruyendo familias”.

FRAGMENTO DE LA NOTA TELEFÓNICA: