miércoles, 13 de septiembre de 2017

La Información que Nos Falta

Los avances en materia de comunicación nos permite saber prácticamente todo muy rápidamente, sobre todo si de hechos policiales se trata. En cuanto a esto los periodistas últimamente resumimos nuestro trabajo a un informe que nos envían desde Prensa de la Provincia o desde alguna Unidad Regional, en principio suena genial porque nos ahorra tiempo y esfuerzo ya que viene preredactada, directamente de las fuentes y en muchos casos con material extra como fotos, audios o videos. El problema es que nos acostumbramos a aceptar esta versión de los hechos sin contrastar o averiguar más antes de difundir, incluso en algunos casos directamente se copia y pega sin siquiera hacer una corrección ortografía o sintáctica. Esto llevó en más de una ocasión a encontrarnos con historias completamente diferentes a lo que se difundía oficialmente.

En realidad lo que hoy me lleva a hacer esta nota es incluso peor que la información a medias y es directamente la falta total de información.

El estar bien informados es un derecho fundamental de la democracia pero en algunas ocasiones la información pública es usada como si fuera propiedad del funcionario de turno y no de bien público como dice su nombre. Ellos no sólo tienen la obligación legal sino también ética de proveer información y no de usarla o restringir su uso según intereses particulares o institucionales.

Comento esto porque en los últimos días nos enteramos que el pasado viernes a la mañana la pareja de un policía habría usado el arma reglamentaria de este para perpetrar un robo en una vivienda a metros de la Comisaría de la Mujer, a metros de la Unidad Regional VIII de San Vicente y prácticamente al lado de la vivienda del Comisario Mayor Rippel. Habría sido tan violento el hecho que se escucharon dos detonaciones, incluso algunos insisten que uno de los proyectiles terminó en la vivienda del Comisario Mayor (para más detalles hacer click en el enlace o en notas relacionadas). La pregunta que nos hacemos es ¿Cómo algo así no tomó transcendencia? Es verdad que la justicia actuó y que, tanto el policía como la perpetradora están detenidos pero ¿y el común de la gente? ¿Cómo se enteran de lo sucedido, por ejemplo, quienes viven ahí y hasta el día de hoy siguen sin saber nada? ¿Es necesario encubrir este hecho? Y de ser así ¿por qué? ¿Había secreto de sumario? La situación no amerita que se aplique pero si lo había tampoco se nos informó de ello. 

Es por eso que desde el fin de semana pasado estuvimos tratando de recabar información en base a lo que nos contaban nuestros lectores, teníamos muchos datos pero varios de ellos eran contradictorios así que, nobleza obliga, llamamos a funcionarios, al departamento de prensa de la Unidad Regional VIII y lo único que obtuvimos fueron evasivas. Insistimos ante el Departamento Prensa de la Policía de Misiones y la respuesta fue prácticamente igual. Lógicamente no tardó el saberse todo y más tarde que temprano salió a la luz, a pesar de ello me quedan muchas dudas y lo peor es darme cuenta que si algo como esto terminó siendo "silenciado" no me quiero imaginar la cantidad de cosas en mayor o menor medida que no nos están contando o directamente no se sabrán nunca.

Solo espero que nuestros empleados, es decir los funcionarios públicos, recapaciten en esta innecesaria acción porque lo único que logran es hacer que la ciudadanía, en vez de confiar más en las fuerzas policiales, terminen dudando de ellas.

Daniel Orloff, Director de San Vicente Informa.


Pareja de Policía Toma Arma Reglamentaria e Intenta Asaltar en San Vicente

Un efectivo de la Policía provincial se encuentra detenido desde el último viernes, después de que la mujer utilizara su arma reglamentaria en un fallido intento de asalto, registrado en San Vicente, a metros del microcentro de la localidad y de la propia Comisaría de la Mujer de la Unidad Regional VIII.

El llamativo episodio se registró durante los primeros rayos de sol de ese día y la sospechosa, quien permanece tras las rejas junto a su pareja, alcanzó a disparar a las víctimas, una mujer de 75 años y sus hijas, quienes se resistieron tenazmente al robo.

Justamente, la defensa esgrimida por las dueñas de casa logró poner en fuga a la delincuente, quien en un descuido dejó caer las llaves de su motocicleta. Ese hallazgo resultó clave para el esclarecimiento del episodio.

La mujer permanece alojada a disposición del magistrado Gerardo Casco, titular del Juzgado de Instrucción 3, al tiempo que su pareja, el policía, fue pasado a situación pasiva hasta tanto las autoridades establezcan el grado de participación que le cabe en el hecho.

A los tiros con un arma del Estado

Pese al hermetismo con el que se maneja el caso, se pudo saber todo lo sucedió el último viernes alrededor de las 6 en un inmueble emplazado sobre la calle Alfredo Palacios casi María Eva Duarte de Perón, en el barrio Jardín de San Vicente, en la misma cuadra donde funciona la Comisaría de la Mujer de la UR-VIII.

En el lugar se encontraba la propietaria, de 75 años, y sus dos hijas, de entre 40 y 50. Al parecer, una de las últimas se levantó temprano para sacar a uno de los perros de la familia. En eso estaba cuando fue sorprendida por la encapuchada, quien la interceptó en uno de los pasillos del inmueble.

Conmovida por la presencia, la hermana gritó y pidió auxilio a las otras dos mujeres, que no tardaron en despertar y llegar para ayudarla. Entonces, las víctimas se trenzaron en lucha con la ladrona, quien esgrimió un arma de fuego.

La intrusa no tuvo contemplaciones. Extrajo la pistola, apuntó al rostro a una de las víctimas y gatilló. Fue un milagro: el proyectil le rozó la cabeza. La malviviente fue por más y volvió a tirar, pero ese segundo disparo tampoco dio en las mujeres y terminó en la casa de un vecino.

La encapuchada vio entonces frustrados sus intentos y decidió bajar los brazos. Escapó a la carrera de la escena, sin percatarse de que se le había caído el juego de llaves de la moto en la que había llegado a la escena. Ese elemento fue determinante para confirmar luego la identidad de la acusada.

La mujer de 28 años fue apresada minutos después por efectivos de  Investigaciones de la UR-VIII. No sólo esas llaves la complicaron, si no también las imágenes de las cámaras de seguridad de la Comisaría de la Mujer, donde se la ve cuando llega, caminando, y minutos más tarde a la carrera, en plena fuga.

La pesquisa no terminó allí. Es que una vez identificada la presunta delincuente, se estableció que era pareja de un suboficial con prestación de servicios en la propia UR-VIII. Y no sólo eso: había utilizado el arma reglamentaria del uniformado para cometer el ilícito.

Fue por ello que la Justicia también ordenó la detención del policía, hasta tanto se sepa qué intervención tuvo en el violento intento de robo. Mientras tanto, interinamente fue pasado a situación pasiva. Las autoridades quieren saber si su pareja “le robó” la pistola nueve milímetros o si, por el contrario, contó con su complicidad para llevársela.

Fuente: Primera Edición