No quiero esperar hasta el 27 de Marzo para escribir que ya han pasado 10 años sin que estés con nosotros, no quiero dejar que el tiempo llegue porque tu ausencia no es una cuestión de fechas, es algo que se siente todo el tiempo, duele hoy y seguirá doliendo. Te conocí de chico, luego fuimos juntos al secundario, hablamos de nuestras vidas, me acuerdo bien. Recuerdo que en aquella época eras callado y que incluso te daba vergüenza sonreír pero eso nunca impidió que siguieras adelante, recuerdo como compartimos juntos ese eclipse de sol en el 94, todos juntos apretados en el patio del Bachillerato Polivalente N° 7, aún me río cuando dijiste "ahora todas las gallinas se fueron a dormir" ja ja ja...
De verdad, me duele, me duele como a todos no saber dónde estás. Algunos ya partieron con el vacío de no tenerte, otros aún tratan de convivir con tanta ausencia, pero hoy quiero que sepas que nosotros no te olvidamos Mario, te seguimos esperando, queremos cada vez con más fuerza que vuelvas, que tu familia pueda abrazarte y que nosotros podamos charlar un rato, como en aquellas épocas ¿te acordás?
Sé que algunos quieren que el tiempo te entierre en el olvido, sé que a otros quizás eso les convenga pero no, acá estamos, seguimos preguntando, seguimos insistiendo y como siempre lo hacemos a viva voz ¡DÓNDE ESTÁ MARIO GOLEMBA!
Amigo hoy no quiero analizar teorías, hoy no quiero pensar en lo que se hizo o se dejó de hacer por buscarte, hoy sólo quiero recordarte, hoy sólo quiero que sepas que estés donde estés estamos con vos y que nunca dejaremos de buscarte.
Daniel Orloff