lunes, 22 de septiembre de 2025

Milei Tiene Ahijada y es de San Vicente

Aymara Soledad Martínez, de 7 años, fue reconocida oficialmente como ahijada presidencial en el marco de la Ley N.° 20.843, que otorga al Presidente de la Nación el padrinazgo del séptimo hijo varón o séptima hija mujer consecutivos.

La confirmación llegó a través de una carta enviada a su madre, Teresa Ramona Molas Domínguez, por la Subsecretaría de Asuntos Presidenciales, acompañada de la tradicional medalla presidencial y un libro con imágenes y costumbres regionales de la Argentina.

Aymara pertenece a una familia integrada por sus hermanas Leonela Evelín (27), María Belén (26), Mayra Noemí (24), Anabela Marilín (20), Ruth Milagros (16) y Aixa Milena (10), además de sus padres, Pedro Martínez (53) y Teresa Ramona (48). En la ceremonia realizada en la Iglesia Congregacional, la niña tuvo como padrino a Sergio Matías Bromberger (30) y como madrina a su hermana María Belén. La presentación estuvo acompañada por una oración familiar y contó con la participación de la concejal y hermana del intendente, Sandra Rodríguez.

El primer ahijado presidencial de Javier Milei fue Noah Portillo, nacido el 11 de septiembre del año pasado en Río Gallegos, Santa Cruz. Su madre, Mirta Portillo, curiosamente también de origen misionero, se trasladó hace dos décadas a la Patagonia por cuestiones de salud de su primer hijo, Adam, hoy de 18 años.

El padrinazgo presidencial no solo tiene un valor simbólico: contempla también un beneficio concreto, una beca nacional que acompaña a la ahijada desde los tres años hasta completar el nivel educativo que decida cursar, gestionada anualmente a través de la Secretaría de Educación de la Nación.



Denuncian a un Docente de El Soberbio por "Conductas Inapropiadas en el Aula"

El Soberbio atraviesa una fuerte conmoción tras la denuncia de un grupo de padres de la Escuela N.º 617 contra un docente de séptimo grado, acusado de mantener conductas inadecuadas con sus alumnos. Los relatos señalan que el maestro, identificado como Emanuel, habría pedido a niñas y adolescentes posar en situaciones extrañas, llegando incluso a fotografiar los pies desnudos de las alumnas.

El primero en exponer públicamente el caso fue Aldo Pérez, padre de una estudiante, quien manifestó su indignación frente a la comisaría local. “Ni siquiera puedo llamarlo docente. Nuestra hija contó que le propuso mejorarle la nota a cambio de dejarse fotografiar los pies. No fue un hecho aislado: usaba las pruebas como excusa para quedarse a solas con las chicas en el laboratorio”, denunció.

De acuerdo con los testimonios, el docente habría repetido un patrón de comportamiento: solicitar a las alumnas que se descalzaran o que se recostaran en el piso fingiendo estar muertas, bajo la excusa de actividades escolares, ofreciendo a cambio mejores calificaciones, comida o pequeños obsequios. “Sabía cómo manipularlos”, señaló Pérez, al afirmar que estas prácticas se habrían extendido durante varios años.

Otra madre, que prefirió mantener el anonimato, relató un hecho similar: “Le pidió a mi hija que se acueste en el piso con los ojos cerrados, diciendo que era para Halloween. Al principio pensamos que era parte de la clase, pero ahora entendemos que era parte del mismo patrón”.

Según los padres, muchas de las víctimas no se animaron a hablar antes debido al perfil carismático del maestro, que gozaba de buena imagen dentro de la institución.

El caso ya está en manos del Juzgado de Instrucción N.º 3 de San Vicente, tras las denuncias radicadas en la comisaría de El Soberbio. Las familias exigen medidas inmediatas: el secuestro de los dispositivos electrónicos del docente, su separación del cargo y asistencia psicológica para los alumnos. Hasta el momento, no se dispuso detención ni allanamientos.

“Estamos frente a conductas graves que podrían vincularse con prácticas fetichistas. Es indispensable investigar si las imágenes eran solo de consumo personal o si se difundieron en redes o plataformas”, advirtió que acompaña a los denunciantes.

El fin de semana, un grupo de padres se concentró frente a la comisaría con pancartas y fotografías reclamando respuestas. “No queremos que este hombre vuelva a entrar al aula. Necesitamos acciones concretas del Consejo General de Educación y de la Justicia”, manifestaron.

El caso reavivó el debate sobre la protección de los estudiantes y la responsabilidad de las instituciones educativas. Mientras tanto, el maestro señalado continúa en libertad y la investigación judicial avanza con lentitud.