martes, 17 de marzo de 2015

Los Jóvenes y el Sexo en San Vicente

NOTA DE OPINIÓN. No es un misterio que en la juventud de San Vicente existe lo que podríamos llamar “la cultura del sexo”, incluso para muchos es normal debutar a los 11 o 12 años, ya sea con jóvenes de su misma edad o mayores. El problema radica en la información que tengan para practicarlo de manera sana y segura. El principal inconveniente para algunos son los padres quienes no se animan a hablar sobre el tema porque creen que al hacerlo les estarían “autorizando” a practicarlo libremente. ¿Saben qué?, lo van a hacer igual solo que es mejor que lo hagan sabiendo los riesgos que poniendo sus vidas en peligro por unos minutos de placer.

Un ejemplo de lo naturalizado que está este tema en nuestra comunidad es sobre un reciente escándalo que llegó hasta los medios nacionales. El detonante serían unas imágenes con alto contenido erótico provenientes de una página web social de un Boliche Bailable ubicado sobre Ruta Nacional 14. Allí los dueños del mismo no tuvieron mejor idea que organizar eventos de striptease delante y “con menores”. Oficialmente la empresa no emitió un comunicado al respecto pero es evidente que no pueden negar la existencia de los mismos ya que en el Facebook del Boliche suben y etiquetan a los jóvenes que asisten. 

Estas imágenes fueron eliminadas del Facebook del Boliche Sanvicentino. Algunas de estas jóvenes etiquetadas son menores, basta con ver su perfil.

Algo que sorprende son las repercusiones dentro de la comunidad sanvicentina sobre este tema:
-“No sé de qué se sorprenden si las pendejas de hoy en día están más que regaladas” (mujer de 32 años, casada, 2 hijos menores).
-“No sabés cómo se ponen cuando están juntas, quedan locas, te agarran del brazo, te llevan y te hacen de todo”. (joven de 24, soltero).
-“Yo veo que algunas veces, no siempre, las parejas que entran al Boliche tienen sexo dentro y fuera del establecimiento. Uno mira para el otro lado, no sé si son menores o no pero de que pasa, pasa” (policía).
-“Si te dicen que no es porque te están “histeriquiando” así que uno igual insiste un poco hasta que aflojan” (joven de 17, estudiante).
-“Yo no me expondría así pero tengo unas amigas que son unas locas bárbaras. Una vez hace mucho en un quince, una amiga calentó mal a un vago de Alem y lo dejó con el pantalón abajo detrás del salón mientras se iba matándose de risa. No le dejó hacer nada apropósito. El vago casi le pega después a ella así que todos la defendimos y lo cagamos a golpes a él y a sus amigos. En ese momento no sabía que había pasado pero hoy nos reímos mucho de eso. Muchas no tiene problemas para nada así que no me sorprende este caso, es normal y no solo en ese boliche, en otros eventos de San Vicente ya pasó algo así y no hace mucho” (mujer de 19 años, estudiante universitaria).
-"Los chicos ya no lo hacen por amor, lo hacen solo por diversión" (mujer de 42, madre de un adolescente).

Las historias se multiplican y en todos ellos existe el mismo tono jocoso o despreocupado sobre el tema, incluso son las propias mujeres las que condenan (por así decirlo) el libertinaje que existe entre las jóvenes para avanzar sobre los hombres.

Si hacemos un poco de historia San Vicente se fundó a base de prostíbulos y empresas madereras. Lamentablemente siempre existieron “bares” con menores provenientes del Brasil o del Paraguay que se ofrecían a los trabajadores de la zona, incluso hace unos pocos meses atrás saltó nuevamente la polémica en medios nacionales por esto. La diferencia de aquella época con la de hoy es que antes se mantenía la capacidad de asombro por la exposición o explotación de menores, hoy es como que se “naturalizó” esto en nuestra sociedad y es casi normal que algo así ocurra cuando en realidad el sexo es algo más complejo que un simple coito, se requiere cierta madurez para disfrutarlo y practicarlo plenamente.

¿Cómo diferenciar un momento de placer de un acto forzado o de un abuso?

Si en tu escuela o entorno social se “naturaliza” la práctica del sexo casual lo lógico sería seguirle el ritmo para “encajar” y no ser marginado. Hoy por hoy para los adolescentes no tener sexo es el equivalente a “estar fuera de la diversión”, situación similar ocurre con el consumo del alcohol y en menor medida con las droga. ¿Cómo un joven puede decidir cuáles son sus tiempos sexuales si el grado de ética social está corrompido? La respuesta es simple: no puede. Le guste o no debe aceptarlo y hacerlo, aún con su desequilibrio emocional propio de la edad, aún sin conocimiento en la prevención de embarazos o enfermedades venéreas, aún si se siente mal al hacerlo lo hace, y con el tiempo lo va naturalizando. Eso sí, en el caso de las mujeres no pueden "exagerar" porque eso también las marginaría así que hay que crear una especie de equilibrio si no se quiere quedar nuevamente excluida o ser objeto de burlas, esto es terrible porque lo que debería ser un acto privado se convierte en un tema social. 

No hace falta decir que tales conductas dejan sus secuelas, tanto físicas como psicológicas y al poco tiempo se hacen más evidentemente hasta llegar a vida adulta. Para esto basta con mirar ciertos perfiles en Facebook, allí se nota un alto contenido sexual sugestivos y explícitos, claramente avalados o desconocidos por el entorno familiar, principalmente por sus padres. 

Este es el actual perfil del Facebook de "D.L.", la menor que fue fotografiada con el stripper

¿Quién tiene la culpa en este caso?

En San Vicente se plantearon muchos responsables: la policía, los dueños del boliche, los padres, el intendente. La verdad es que la responsabilidad es compartida, no solo entre ellos sino entre la sociedad toda, una sociedad que por acción u omisión permite que esto sea solo una anécdota o un simple escándalo en vez de un verdadero llamado de atención para comenzar a trabajar con quienes hoy están solos y desprotegidos. 

Los padres deben entender que la formación es desde que nacen hasta que son adultos, no sirve de nada darse cuenta que tienen un hijo cuando éste cumpe 14 años y está en su etapa más rebelde, propia de la adolescencia. No busquen ser amigos de sus hijos, sean padres, comprométanse, pongan límites. 

La policía debe hacer cumplir la ley, un menor no puede estar en un ambiente de adultos. Es verdad que no son padres de todos ellos pero deben protegerlos, incluso de ellos mismos.

Los dueños de estos establecimientos siempre buscan el papel de víctimas, son empresarios y su finalidad es generar ganancias, no les interesa luchar contra la corriente y hace la vista gorda, la verdad es que son delincuentes que deben aceptar sus errores y pagar por ellos. 

El gobierno debe garantizar la educación sexual y garantizar la salud integral de su comunidad. Un intendente tiene los recursos y el poder para poner límites a estas situaciones. En estos casos también es fundamental y necesario trabajar con el poder legislativo para crear las normas y los códigos que sean necesarios.

Por último la justicia. Son los jueces los que deben investigar, ver el grado de culpas de cada uno y castigar las conductas que están fuera de la ley. Recuerden que lo que no es prioridad para el Estado no lo es para la gente y entre más eviten estos temas más se arraigarán en nuestra sociedad dejando herida de muerte a las sanas costumbres y a las familias, pilares fundamentales de nuestra sociedad.