domingo, 5 de febrero de 2012

Un Caballo de Troya en las Malvinas

Sobre el papel, una nueva Guerra de las Malvinas no tiene color. El Ejército británico posee 175.000 soldados (frente a los 80.000 argentinos) y 197 aviones de combate (frente a 42). En buques de asalto, destructores, fragatas y submarinos, la Armada de la reina casi triplica a las tropas de Cristina Kirchner. Y sin embargo, expertos en Defensa del Reino Unido creen que si la guerra estallara de nuevo, Argentina tendría una posibilidad de vencer y reconquistar las Malvinas.

¿Cómo podría lograrlo Argentina? Un experto en las Islas Malvinas lo explica en un artículo publicado en ‘The Sunday Times’: “Un avión de pasajeros, falsamente pintado con los colores de la bandera de Chile, parte de Argentina en un vuelo no previsto a las Malvinas. Parece un vuelo comercial como cualquier otro, pero en su interior viajan fuerzas especiales. Se acerca a las islas y se dirige hacia el aeródromo de Mount Pleasant, la base de los cuatro aviones de combate británicos Typhoon. David Cameron (primer ministro británico) es alertado. ¿Pero se atrevería a derribar un avión de línea desarmado que, aparentemente, transporta a civiles?”.

Este supuesto ataque sorprendería a los 130 soldados británicos que defienden la isla patrullando las montañas. No podrían reaccionar mientras Argentina se hace con el poder en Mount Pasant. Lógicamente (siguiendo la argumentación de este experto) Reino Unido declararía la guerra pero no habría ninguna posibilidad de que llegaran los refuerzos británicos a la isla. “No seremos capaces de recuperar las Malvinas si ellos consiguen el aeródromo”, reconoce el comandante Mike Clapp. “Y además, no tenemos el mismo poder en el mar que en 1982”, remacha Clapp. Ese año, Thatcher envió aviones y helicópteros de combate en los dos portaviones que entonces tenía el Ejército británico. Ahora, no tiene ninguno. “Sin portaviones, hasta el último recluta sabe que es imposible recuperar las Malvinas”, asegura el general Julian Thompson, el responsable militar de la primera fase del conflicto de 1982.

Dicho todo lo anterior, y pese a la escalada verbal, la posibilidad cierta de una reedición de la Guerra de las Malvinas está aún lejana. Entre otras razones, porque los militares argentinos no tienen ninguna gana de enfrentarse otra vez a los británicos. Pero Cristina Fernández es imprevisible y según algunos analistas políticos argentinos, la presidenta, tras lograr reducir las tasas generales de pobreza, quiere dejar su huella también en el campo internacional, aunque muchos creen que, detrás de las palabras, solo aspira a negociar con Reino Unido la explotación de las riquezas energéticas de las islas.