La idea es recoger el dióxido de carbono del aire y obtener
hidrógeno del vapor de agua. Combinando el hidrógeno con el carbono, y a través
de un catalizador se crea metanol. Por último, con un biorreactor el metanol se
convierte en gasolina.
Las ventajas del sistema (aparte de que usa aire y vapor de
agua) es que se obtiene combustible de una forma muy sencilla además los
sistemas de almacenaje ya cuentan con una infraestructura por todas partes del mundo
listos para su uso. El sistema además se puede hacer más grande fácilmente y colocarlo
junto a una central eléctrica para tener producción local de gasolina sin depender
de otros países.
Ahora viene el dato malo al parecer no informaron cuanta
energía se necesita para hacerlo, posiblemente muchísima, lo que llevaría
(lamentablemente) a que termine siendo muy poco redituable. La planta actual
sólo ha producido 5 litros desde que comenzó a funcionar y eso fue hace más de
dos meses.
También es cierto que el sistema está a pruebas y es muy
pequeño, quizás creando una central podría producirse una tonelada de gasolina
diaria en tan sólo 2 años.
Habrá que esperar y ver como evoluciona esta nueva
tecnología que como muchas prometen revolucionar el sistema energético del
mundo.
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